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Consideraciones de seguridad en una sala de criopreservación con nitrógeno líquido

El nitrógeno líquido (LN₂) desempeña un papel fundamental en el mundo de la tecnología de reproducción asistida, ya que es el agente criogénico de referencia para almacenar materiales biológicos valiosos, como óvulos, espermatozoides y embriones. Al ofrecer temperaturas extremadamente bajas y la capacidad de mantener la integridad celular, el LN₂ garantiza la conservación a largo plazo de estas delicadas muestras. Sin embargo, su manipulación presenta desafíos únicos debido a su temperatura extremadamente baja, su rápida expansión y los posibles riesgos asociados con el desplazamiento del oxígeno. Acompáñenos a profundizar en las medidas de seguridad esenciales y las mejores prácticas necesarias para mantener un entorno de criopreservación seguro y eficiente, proteger al personal y el futuro de los tratamientos de fertilidad.

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Solución de almacenamiento de nitrógeno líquido de Haier Biomedical

Minimización de riesgos en el funcionamiento de una sala criogénica

Existen diversos riesgos asociados con la manipulación de LN₂, como explosión, asfixia y quemaduras criogénicas. Dado que la relación de expansión volumétrica del LN₂ es de aproximadamente 1:700 (lo que significa que 1 litro de LN₂ se vaporiza para producir unos 700 litros de gas nitrógeno), se debe tener mucho cuidado al manipular viales de vidrio; una burbuja de nitrógeno podría romper el vidrio y crear fragmentos capaces de causar lesiones. Además, el LN₂ tiene una densidad de vapor de aproximadamente 0,97, lo que significa que es menos denso que el aire y se acumula a nivel del suelo cuando la temperatura es muy baja. Esta acumulación supone un peligro de asfixia en espacios confinados, reduciendo el nivel de oxígeno en el aire. Los riesgos de asfixia se agravan aún más por la rápida liberación de LN₂, que crea nubes de niebla de vapor. La exposición a este vapor intensamente frío, especialmente en la piel o en los ojos, incluso brevemente, puede provocar quemaduras por frío, congelación, daño tisular o incluso daño ocular permanente.

Mejores prácticas

Toda clínica de fertilidad debe realizar una evaluación interna de riesgos en relación con el funcionamiento de su sala criogénica. Se puede obtener asesoramiento sobre cómo realizar estas evaluaciones en las publicaciones de Códigos de Práctica (CP) de la Asociación Británica de Gases Comprimidos.¹ En particular, el CP36 es útil para asesorar sobre el almacenamiento de gases criogénicos in situ, y el CP45 ofrece orientación sobre el diseño de una sala de almacenamiento criogénico.[2,3]

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Diseño n.° 1

La ubicación ideal de una sala criogénica es aquella que ofrece la mayor accesibilidad. Es necesario considerar cuidadosamente la ubicación del contenedor de almacenamiento de LN₂, ya que deberá llenarse mediante un recipiente presurizado. Idealmente, el contenedor de suministro de nitrógeno líquido debe ubicarse fuera de la sala de almacenamiento de muestras, en una zona bien ventilada y segura. Para soluciones de almacenamiento de mayor tamaño, el contenedor de suministro suele conectarse directamente al contenedor de almacenamiento mediante una manguera de transferencia criogénica. Si la distribución del edificio no permite ubicar el contenedor de suministro en el exterior, se debe extremar la precaución durante la manipulación del nitrógeno líquido y realizar una evaluación de riesgos detallada que incluya los sistemas de monitorización y extracción.

N.° 2 Ventilación

Todas las salas criogénicas deben estar bien ventiladas, con sistemas de extracción para prevenir la acumulación de nitrógeno y proteger contra la pérdida de oxígeno, minimizando así el riesgo de asfixia. Dicho sistema debe ser adecuado para un gas criogénicamente frío y estar conectado a un sistema de monitoreo de pérdida de oxígeno para detectar cuándo el nivel de oxígeno cae por debajo del 19.5%, en cuyo caso iniciará un aumento en la tasa de intercambio de aire. Los conductos de extracción deben ubicarse a nivel del suelo, mientras que los sensores de pérdida deben colocarse aproximadamente a 1 metro por encima del nivel del suelo. Sin embargo, la ubicación exacta debe decidirse después de un estudio detallado del sitio, ya que factores como el tamaño y la distribución de la sala afectarán la ubicación óptima. También debe instalarse una alarma externa fuera de la sala, que proporcione advertencias tanto sonoras como visuales para indicar cuándo no es seguro ingresar.

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N.° 3 Seguridad personal

Algunas clínicas también pueden optar por equipar a sus empleados con monitores personales de oxígeno y emplear un sistema de compañeros, mediante el cual las personas solo entrarán en la sala criogénica en parejas, minimizando así el tiempo que una sola persona permanece en la sala simultáneamente. Es responsabilidad de la empresa capacitar a los empleados sobre el sistema de almacenamiento en frío y sus equipos, y muchas optan por que realicen cursos en línea sobre seguridad con nitrógeno. El personal debe usar el equipo de protección personal (EPP) adecuado para protegerse de las quemaduras criogénicas, incluyendo protección ocular, guantes/guantes, calzado adecuado y bata de laboratorio. Es fundamental que todo el personal reciba capacitación en primeros auxilios sobre cómo tratar las quemaduras criogénicas, y es ideal tener agua tibia cerca para enjuagar la piel en caso de quemadura.

N.° 4 Mantenimiento

Un recipiente presurizado y un contenedor de LN₂ no tienen partes móviles, por lo que basta con un programa de mantenimiento anual básico. En este, se debe revisar el estado de la manguera criogénica, así como cualquier reemplazo necesario de las válvulas de seguridad. El personal debe verificar continuamente que no haya áreas con escarcha, ni en el contenedor ni en el recipiente de alimentación, lo cual podría indicar un problema con el vacío. Con una cuidadosa consideración de todos estos factores y un programa de mantenimiento regular, los recipientes presurizados pueden durar hasta 20 años.

Conclusión

Garantizar la seguridad de la sala de criopreservación de una clínica de fertilidad donde se utiliza LN₂ es fundamental. Si bien este blog ha descrito diversas consideraciones de seguridad, es fundamental que cada clínica realice su propia evaluación interna de riesgos para abordar los requisitos específicos y los posibles riesgos. Colaborar con proveedores expertos en contenedores de almacenamiento en frío, como Haier Biomedical, es crucial para satisfacer las necesidades de criopreservación de forma eficaz y segura. Al priorizar la seguridad, seguir las mejores prácticas y colaborar con profesionales de confianza, las clínicas de fertilidad pueden mantener un entorno de criopreservación seguro, protegiendo tanto al personal como la viabilidad de los valiosos materiales reproductivos.

Referencias

1. Códigos de Práctica - BCGA. Consultado el 18 de mayo de 2023. https://bcga.co.uk/pubcat/codes-of-practice/

2. Código de Prácticas 45: Sistemas de almacenamiento criogénico biomédico. Diseño y operación. Asociación Británica de Gases Comprimidos. Publicado en línea en 2021. Consultado el 18 de mayo de 2023. https://bcga.co.uk/wp-

3.contenido/subidas/2021/11/BCGA-CP-45-Original-05-11-2021.pdf

4. Código de Prácticas 36: Almacenamiento de líquidos criogénicos en las instalaciones de los usuarios. Asociación Británica de Gases Comprimidos. Publicado en línea en 2013. Consultado el 18 de mayo de 2023. https://bcga.co.uk/wp-content/uploads/2021/09/CP36.pdf


Hora de publicación: 01-feb-2024